Querida compañía Telefónica,
Desde hoy cuentan ustedes con
varios clientes menos. Desafortunadamente tengo una permanencia por la que no
puedo darme de baja hoy mismo, pero no duden que lo haré. Y no sólo yo. Mi
carta y mi queja por el boca a boca ya está llegando a muchas personas y desde
luego, en mi familia, cuentan con varias líneas de teléfono menos, no sólo de
móviles, sino también de telefonía fija.
La gota que ha colmado el vaso ha
sido mi última factura de teléfono fijo de 70€, cuando en mi casa se venía
pagando por una tarifa plana con ADSL una media de 40€ ( hablo de medias por no
ponerme a revisar factura por factura y andar con los céntimos ).
Después de varias llamadas de mi
marido al 1004 para que nos diesen explicaciones (digo varias, porque nadie nos
sabía aclarar el por qué –desde aquí hago también una mención a la competencia
de la gente que tienen ustedes al teléfono que, ó no se enteran, ó tienen
órdenes de no querer enterarse- ) conseguimos deducir que el exceso de factura
, se debe a una “regularización” que ustedes han hecho cuando les ha dado la
gana, de una promoción (que nosotros ni sabíamos tener, ni teníamos firmada en
ningún lado), la cual ha terminado.
Al parecer, nos regularizan días
en los que no nos habían cobrado el alta de línea.
No contentos con eso, (eso = sin
vergüenzas por hacer promociones que no sabemos y regularizarlas cuando les
sale del moño ) después de varias horas con la calculadora poniéndonos a
verificar el prorrateo de las horas no cobradas, observamos que nos están
cobrando ustedes unos cuántos días de más.
Vuelta a llamar al 1004 y otra
vez vuelta a hablar con tres ó cuatro teleoperadores con cabeza cuadriculada
que no entienden los cálculos que les damos (ó reitero, tienen órdenes de no
quererlo entender –yo también he sido teleoperadora y se que muchas veces ellos
no tienen la culpa-). Nos dicen que nos abren una incidencia y que nos llamarán
para decirnos algo.
Día siguiente. Aquí no ha llamado
nadie. Mi marido vuelve a llamar al 1004 y después de hablar con otros tres
teleoperadores aproximadamente y que uno de ellos le cuelgue, sólo consigue que
le tramiten una reclamación cuando pide hablar con el departamento de bajas
pues le dicen que la incidencia del día anterior, alguien la había cerrado.
Me sube la tensión cuando escucho
que le preguntan por qué queremos darnos de baja. Menos mal que él mantiene la
calma. Si soy yo, mucho más irritable, les saco los dientes por el cable del
teléfono.
La cosa queda ahí. Reclamación
puesta (en teoría), y sin podernos dar de baja por la permanencia (aunque lo
haremos). Eso sí, la factura ya la han pasado hoy al cargo y nadie ha entendido
por qué está mal calculada. Obviamente la devolveremos y nos empezarán a llegar
cartitas de Intrum Justitia amenazándonos de morosos y de embargarnos todos
nuestros bienes (lo conozco muy bien porque trabajé como teleoperadora de
Intrum).
Decía que la cosa quedaba ahí, de
momento, hasta que hoy he visto que a mi madre le han cargado en su cuenta otra
factura de Telefónica de otros 70€. No he visto la factura aún, sólo el cargo
del banco, por lo que no puedo saber el motivo. No me envenenaría por tanto
hasta no saberlo si no fuese porque mi madre, también tiene una tarifa plana de
unos 40€ al mes y no contentos con eso, ha estado aproximadamente un mes sin
línea telefónica porque se la dieron de baja “por error”. Cuando después de
otras cientos de llamadas al 1004 peleándose con ellos, consigue que le den de alta de nuevo la línea
(encima querían cambiarle el número), le traen el pack del router y no se lo
instalan ya que dicen que no va incluído el servicio de instalación…
Quería pensar que después de
estar un mes sin línea de teléfono no le iban a cobrar pero no contentos con
eso, encima le cobran más de su cuota habitual.
En mi caso particular, el
acaecido en mi casa, el hecho viene después de que durante varios meses hayamos
estado reclamando céntimos de más en nuestras facturas por llamadas a teléfonos
901,902 que no hemos hecho. Lo tenemos clarísimo porque revisando factura por
factura, vimos que algunas de esas llamadas habían sido hechas en períodos en
los que no habíamos estado en casa, sino de vacaciones.
Que son sólo céntimos sí, pero
son nuestros.
Querida compañía Telefónica,
Si algún día llegan a leer esta
carta, tengan especial consideración de la persona de la que viene, pues viene
de una persona que siempre les ha defendido con uñas y dientes y que tanto ella
como toda su familia llevan con ustedes toda la vida, yo en concreto veinte
años aproximadamente, desde que tengo teléfono móvil. De una persona que a
pesar de los pesares, y de haber tenido
(familiares, amigos ó yo misma) más de una incidencia con ustedes siempre había
pensado que “más vale malo conocido” y nunca había dado mi brazo a torcer a
pesar de haber en el mercado ofertas mucho más atractivas(soy muy testaruda) y
he querido permanecer siempre con ustedes pero mi paciencia ha llegado a un
límite y no se puede defender lo indefendible.
Se aprovechan ustedes del
monopolio, de la falta de tiempo de la gente para reclamar y de la
desesperación de pasarse horas al teléfono quejándose para al final darse por
vencido y pensar “que hagan lo que quieran”. Varias tardes de nuestro tiempo
perdidas al teléfono con ustedes para no conseguir que entiendan nuestra queja.
Pero como desgraciadamente ahora
tengo tiempo, me informaré bien de todas las tarifas de la competencia y tengan
por seguro que no les voy a defender más. Al revés, hablaré mal de ustedes por
donde quiera que vaya y por supuesto, daré de baja en cuanto pueda todos mis
servicios con ustedes. Y no sólo los míos. Por lo pronto, ya cuentan ustedes
con tres usuarios menos, mi marido, mi madre y yo.
Me informaré en la OCU de cómo
reclamar. Y devolverme, no se si conseguiré que me devuelvan mi dinero, ni
llegaré a ningún tribunal porque seguro que ustedes tienen abogados buenísimos
que pueden pagarse, y yo no, pero me quedaré tan a gusto hablando de lo
desgraciados que son y desde hoy, habrán empezado a ganar menos dinero por
tener menos clientes.
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