viernes, 26 de diciembre de 2014

LAS PERCHAS





Sí, sí, las perchas.

Es curioso hablar de esto pero el otro día guardando algo en el armario pensé  en ellas y llegué a la conclusión de que necesito más perchas. Que en cuestión de perchas es mejor más que menos ya que además, es algo barato.

Había planchado una camisa que me pongo muy poco (de hecho me pongo muy poco casi todas las camisas, soy poco fan de ellas) y al ir a colgarla vi que no me quedaban perchas libres. Entonces pensé en colocarla debajo de otras tres o cuatro camisas que tenía colgadas en otra percha. Como me la pongo poco –pensé-, la coloco mejor, debajo de las otras que me pongo más.

Primera conclusión: esta camisa deberías darla, tirarla ó usar para trapos. Como dice Andrea Moretti en sus “pistas de estilo” (mi último descubrimiento en blogs, con el cual estoy encantada): “En el armario, lo que no se ve, no se usa”. ¡Qué gran verdad! (http://www.andreaamoretti.com/2010/06/en-el-armario-lo-que-no-se-ve-no-se-usa.html#.VJ19csACA)

Segunda conclusión: ¿en serio merece la pena andar quitando todas las camisas que ya tenía en una percha colocadas sólo para meter una debajo? No. Es una pérdida de tiempo y un rollo. Necesito una percha para cada camisa.

De este modo, ahorraré tiempo colocando y lo tendré todo a la vista.

¿Quién no ha pasado por el rollo de quitar y quitar cosas de una percha para sacar lo que hay debajo? Que levante la mano el que no. ¡Ja!.

¿Os habéis parado a pensar alguna vez en la cantidad de modelos de perchas que hay? Normalmente cuando piensas en “una percha”, piensas en “una percha”, pero éstas desarrollan miles de variedades.

Tenemos las perchas de plástico, normalmente blancas, pero también de muchos otros colores.

Las perchas de madera, mucho más elegantes que duda cabe.

Las perchas con doble varilla para pantalones.

Las perchas con pinzas. Yo suelo colgar aquí las faldas (las pocas que tengo) y como trato de unificarlas todas en una, nunca me da de si la percha. Siempre pienso que tengo que comprar más perchas de pinza y nunca lo hago. Dejan marca, eso sí.

Las perchas mulliditas. Normalmente éstas las hacen para armarios de niños. Son acolchaditas, con el gancho también forrado y suelen llevar dibujitos bordados ó ser de telas con bonitos estampados. En mi opinión, son las más bonitas, pero también las más caras.

Las perchas de alambre. Suelen ser éstas las que te regalan en el tinte cuando vas a recoger algo. Las hay en dos modalidades. Alambre feo sin más. Y alambre recubierto de plástico (rojas, azules, negras…). De todos los colores las tengo, oiga.

Las perchas para corbatas en el caso de los hombres, ó sea, corbateros.

Uno de mis últimos descubrimientos han sido unas perchas que se inflan y se tapan con un tapón como de globos ó neumáticos y que son perfectas para poner ropa de lana a secar porque al ser abullonaditas no se queda la marca de los hombros. Me encantan.

Y cómo no hablar de las perchas que tienen en cada vez más hoteles y no entiendo por qué, ya que son unas perchas que en lugar de gancho curvado tipo garfio, tienen sólo un alambre recto sin curvar el cual tienes que tratar de encajar en el gancho con agujerito que está fijo en la barra del armario con no pocos inconvenientes: el armario no suele tener luz interior y no encuentras el gancho, los ganchos se mueven de un lado a otro de la barra y no hay manera de atinar, y por último, el inconveniente para los que rozamos el metro sesenta de estatura. Yo normalmente tengo que meterme dentro del armario para poder llegar. En fin, supongo que la moda de estas perchas es para que la gente no las mangue.

Tenemos también las perchas para niños, de dimensiones adecuadas a su diminuta ropa.

Hay luego una amplia gama de derivados de las perchas como son las perchas que van sobre raíl para los pantalones, las perchitas de ventosas que se pegan a los espejos y un largo etcétera que ya entraría en la categoría de otros accesorios de almacenamiento.

Las perchas, además de para ropa, son un gran aliado en el caso de las mujeres para colgar collares, pañuelos, lazos u accesorios para el pelo ó cinturones. Yo siempre me apaño de alguna manera para hacerlo. Bien del gancho ó bien de las pinzas en el caso de las perchas para faldas ó pantalones.

No digamos la utilidad para colgar ambientadores. Los de plástico me horrorizan pero los de bolsita de tela, más si contienen lavanda dentro (uno de mis olores favoritos), son siempre una buena opción.
 
Todo esto venía por la conclusión a la que llegué el otro día guardando una camisa y que al principio he citado.

El inconveniente de tener más perchas (casi una para cada cosa), es sin duda la falta de espacio pero sinceramente, tengo mis dudas al respecto de si no ocupa más una percha en la que haya diez cosas debajo.


Aunque las más bonitas son las perchas de madera, y las perchas acolchadas de tela, es cierto que son las que más ocupan, por eso he buscado ideas para decorar las perchas de alambre, que son las más finitas. Al mismo tiempo que nos ocupan muy poco en el armario, tendremos cada cosa en una percha y así todo a la vista, y además, pueden salirnos gratis si recopilamos las que nos dan cada vez que recogemos algo del tinte. Podremos tener un armario muy bonito, personalizado y con encanto. 


                                Vía: http://jouetjou.blogspot.com.es/2013/01/diy-perchas-forradas.html






















2 comentarios:

  1. Alejandra, me encanta tu blog, tienes una forma de describir las situaciones cotidianas muy divertida y amena. Un saludo y besos a los 3 !!!!!

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  2. ¡Gracias Lucía! Acabo de descubrir tu blog. Vaya manos que tienes para la cocina. Me lo añado ya mismo para seguir. ¡Un abrazo!

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